7. Agente Salt (Salt) de Philip Noyce
6. Carancho de Pablo Trapero
5. La Red Social (The Social Network) de David Fincher
4. Avatar de James Cameron
1. El origen (Inception) de Christopher Nolan
Oh Oh It's Magic VII
Vio morir a sus padres. Heredó una cicatriz en forma de rayo. Se enteró que era mago. Entró a Gryffindor. Conoció a Ron. Y a Hermione. Tuvo la piedra filosofal en su bolsillo. Fue una estrella del Quidditch. Mató a un enorme basilisco solo con una espada. Odio a sus tíos. Montó un hipogrifo. Encontró a su padrino y luego lo perdió. Ganó el torneo de los tres magos. Vio volver al innombrable. Vio nacer a la orden del fénix. Se enamoró. Formó el ejército de Dumblodore. Leyó su profecía. Se perdió en un extraño libro de hechizos. Encontró al príncipe. Destruyó el primer Horrocrux. Vio la caída de Hogwarts. Muchas cosas han pasado en la vida de Harry Potter, y aquí estamos, empezando el camino hacia el final con Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 1 (Harry Potter and deathly hallows Part 1). La franquicia que sigue en manos del director de sus dos películas antecesoras, David Yates, comienza a trazar el principio del final en una primera parte donde el mundo soñado por J.K Rowling se está cayendo a pedazos, donde los amigos son pocos pero la batalla es colosal.
De entrada resulta extraño concebir el mundo de Harry Potter sin el castillo que fue protagonista en las seis primeras películas. Asi es, no Hogwarts en esta instancia. Se terminaron las clases, los profesores amigables, las cuatro casas y el sombrero seleccionador. Esto es guerra señores. Harry (Daniel Radcliffe) acaba de cumplir 17 años, pero los motivos para festejar son pocos. Voldemort (Ralph Finnes) y su escuadrón de desquiciados mortifagos tienen el mundo mágico a su merced. Con la reciente muerte de Dumblodore, Voldy tiene mitad de camino hecho para matar a nuestro héroe, es por eso que la Orden del Fénix hace lo imposible por protegerlo. Sin embargo, Harry decide armar la mochila y salir en busca de los horrocruxes restantes, junto con la incondicional ayuda de Hermione (Emma Watson) y Ron (Rupert Grint). Nadie es de fiar. Son ellos contra el mundo.
Creo que ver a una Emma Watson conjurando hechizos de protección con las manos ensangrentadas mientras Rupert Grint yace inconsciente en el medio de la nada, habla del nivel de madurez que ha alcanzado la saga. Esto ya no es un juego de niños, es una pelea de vida o muerte contra una dictadura mágica. A la vez, es un largometraje mucho más personalizado, una especie de ‘road movie’ donde los tres amigos están en escena todo el tiempo. Y las interpretaciones cumplen con creces. En cuanto a la trama, me atrevo a decir que es la más fiel adaptación de toda la serie, llegando hasta un poco más de la mitad del libro, el capítulo 25 llamado ‘El refugio’, en dos horas de cinta que vuelan, donde literalmente se entra en el mundo mágico y, como era de esperarse, nos dejan con ganas de ver más. La partición fue más que efectiva. Los detalles están todos. Los fans más que felices.
Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 1 es lo mejor de David Yates, en lo que respecta su participación en la historia del mago. La infiltración al ministerio de la magia y la transición de Bathilda Bagshot en Nagini son de las secuencias más destacadas, solo por nombrar algunas. Sin embargo las apreciaciones sobre estas películas son más que subjetivas. Personalmente, creo que estas dos partes finales están hechas para el disfrute del verdadero fanático de Harry Potter. Obviamente que detrás de todo está Warner y sus ganas de seguir facturando, lo cierto es que en esta contienda ganan ambas partes. Los productores que alargan la vida la gallina de los huevos de oro, y el fan que ve la despedida de la saga cinematográfica a lo grande, con cada capítulo del libro en los fotogramas del filme. Los trailers promocionales supieron definirla muy bien, ‘el evento cinematográfico de una generación’, y es que Harry Potter y sus amigos llevan más diez años con nosotros, y amaga con un futuro legado de mucho más.
El final definitivo golpeará los cines mundiales en Julio de 2011 con Harry Potter and the Deathly Hallows Part 2. Hasta entonces, a seguir esperando.
Trailer Definitivo
Domm Cobb (Leonardo DiCaprio) es un autentico dreamcatcher del siglo XXI, todos estos años infiltrandose en grandes corporaciones le costaron la perdida de su tersoro más preciado: su familia. Imposibilitado a regresar a Norteamerica donde sus pequeños blondos hijos lo esperan, y atormentado por su mujer muerta que dos por tres lo faja en el subconciente, acepta un trabajo final: utilizar sus habilidades para pasear por los pensamientos de un multimillonario heredero, interpretado por Cillian Murphy, y persuadirlo con los metódos menos freudianos a tomar una decisión. Obviamente alguién le pincha el globo, desatando una lucha 'de ensueño' en los escenarios mutan constantemente, logrando que Wonderland lo mire con ojos envidiosos.
Trailer Final
La llegada de Crystal Castles a mi esfera musical es particular. Recuerdo a un amigo hablar allá por 2008 de una banda que se iba a presentar en la Creamfields de ese año, y que tenia un sonido distintivo, especial. Sonaba como una decena de Super Mario Bros ejecutandose al mismo tiempo. Lo cierto es que el fontanero leyenda de los 8 bits no tenia nada que ver, y mi atención no se fijó en la banda en ese momento. En 2009 llega Skins, quienes me conocen o han leido alguna vez este blog, saben que la serie britanica sobre los amigos de Bristol ocupa un lugar en mi corazón. Crystal Castlesvuelve a aparecer. Alice Practice aparece en ese abrazo partido entre Tony y Sid. A estas alturas ya recordaba a la banda, pero aún asi no era parte de mi exclusvio rincón musical, no todavia. Revolviendo Youtube, encuentro un video. Alice Practice vuelve a aparecer, en lo que yo llamo,una maravilla de la edición. En este punto la canción ya estaba en mi telefono. La expansión de los castillos de cristal comenzaba...
Después del intento fallido de la Creamfields 2008, en el que la banda se retiró del escenario tras haber tocado solo dos canciones, el duo canadiense integrado Ethan Kath y Alice Glass programaba su revancha. Latinoamerica figuraba en su gira 2010. Con fecha para el 18 de Septiembre, destino Crobar (Palermo). Debia estar ahi.
El boliche porteño seguía llenándose, el escenario aguardaba vacío envuelto en luces violetas y el parpadeo de los televisores formaban la M de MTV constantemente, mientras un escuadrón de fotógrafos disparaban flashes para todos lados (6 fotógrafos y salí solo en una foto y de fondo jaja). Minutos después de las 2 de la mañana la banda finalmente salía a escena. Ethan entró primero con su capucha a cuestas como era de esperarse. Las luces bajaron y el sonido subió con un ruido infernal que creí haber reconocido como el inicio de las canciones 'Year of Silence' o 'Vietnam', una especie de transmisor modulando que finalmente se transformó en la canción de apertura: 'Fainting Spells'. Alice apareció con su mejor cara de desquiciada, meciéndose en el piso del escenario, en un principio dando la espalda, dando pequeñas miradas sobre su hombro como si su rostro blanco como la cera evitara cuan un murciélago la luz.
Recuerdo estar parado frente al escenario, de pronto la gente empezó a moverse al ritmo de un remolino del cual era imposible escapar, el pogo había llegado, era fuerte y contagioso. Sonaba‘Baptism’ segundo sencillo de Crystal Castles II su ultimo álbum. La energía de Alice me sorprendía, a pesar de tomar whisky entre canción y canción, o prenderse un cigarro mientras puteaba al guardia de seguridad, una vez que las melodías empezaban saltaba cuan porrista en pleno partido sin perder la calidad vocal. Uno de sus primeros éxitos, ‘Courtship dating’ pasó bajando un poco de la altisima euforia del enganche inicial. Hasta llegar a uno de los climaxs del concierto ‘Alice Practice’, prácticamente fue ver un exorcismo en vivo. El momento derrochaba energía, a eso se le suma el plus de lo que la canción representaba para mi, y de yapa (diría mi gran amiga la turca) tras cantar la segunda parte de la canción a capella mientras Ethan exprimía el sonido de sintetizador a más no poder, la mujer se terminó tirando encima del público al mejor estilo Courtney Love.
Siguieron hits como la quilombera ‘Doe Deer’, bajando luego con ‘Celestica’ hasta llegar otro gran momento que fue la llegada de ‘Crimewave’ fusionada con ‘Air War’. La transpiración y el calor humano ya no importaban un carajo a estas alturas, Alice seguía poseída, enloquecida logrando un efecto similar en el publico que no decayó en ningún momento en la casi hora y media de música. El guardia de seguridad ponia su mejor cara de poker cada vez que tenia que zambullirse entre el publico a salvar a la Maria Elena Fuseneco roquera de la electrónica, ella le agradecia a las puetadas mientras se acomodaba su calza blanca que ya era negra de tantos revolcones.
Recorrieron ampliamente sus dos discos en un breve lapso de tiempo, igualmente me quedé con ganas de ‘Love and caring’ y ¿Por qué no? ‘Not in love’. Como experiencia fue algo totalmente diferente a lo musical que había vivido anteriormente, solo se me viene tres palabras a la mente para calificar el ambiente crystalero en vivo, esa noche, no existian los problemas, todo eraliberación de energia en el sentido más puro de la palabra. And long life to the crazy Alice!
Venganza ¡Oh si! Plato que se elabora caliente, de forma sigilosa, pero que se sirve frío y de un saque, cegando instantáneamente la razón con un ola de consecuencias. Justamente en torno a este pasional sentimiento es que gira el tercer episodio de
El tiempo corre para Bella (Kristen Stewart), Edward (Robert Pattinson) y el resto de la banda Cullen, y es que, hacia finales del film anterior
Habiendo leído la versión original, la novela, no hay grandes diferencias entre el manuscrito y su representación filmica. Eclipse esboza el punto más elevado en el clímax de toda la saga, principalmente porque es el que más lugar da a la batalla y a la vez, se da el lujo de posicionar a Bella en la más profunda indecisión. El trío principal sigue fiel y efectivamente el arrastre representativo de las dos películas predecesoras en lo que a sus personajes respecta, lo que incluye las caras de desconcierto de Stewart, los susurros pausados de Pattinson y los bíceps de Lautner. Mientras tanto, David Slade, el director, continúa con la labor de sus colegas con la utilización de la fauna canadiense para armar un reconocible Forks y unas enormes pantallas verdes para crear todo lo demás.
En cuanto a la dinámica de filme, se puede decir que por momentos la trama se estanca. Por ejemplo, se le dio mucho tiempo a los flashbacks de los Cullen y al pasado de la tribu Quiloute (¡que aburrido!), algo que para los no fanáticos de la cuatrologia vampiril puede resultar algo embolante ansiando que la atención vuelva a centrarse en el tripode que sostiene la saga: Bella, Edward y Jacob. La estética se ve descuidada y hecha a los apurones (si, me molesto el gato en la cabeza de Stewart), pero por otro lado la música es de lo mejor en soundtracks cazando pedazos de canciones de Muse, Vampire Weekend, Metric, entre muchas otras bandas que cualquier película teen mataria por tener.
Personalmente mi relación con esta saga fue debilitándose con el correr de las películas. Sin lugar a dudas, lo mejor que he visto fue Crepúsculo (Twilight,2008) de Catherine Hardwicke. Estéticamente hermosa y realizada con tiempo de sobra, cosa que le permitió a la directora trabajar detalle a detalle escenarios, personajes, diálogos y demás a la par de la creadora, Stephenie Meyer. No digo que Chris Weitze y David Slade hayan hecho un mal trabajo en New Moon y Eclipse respectivamente, sino que todo se comercializó enormemente, apurando los rodajes con la necesidad de vender de inmediato, haciendo que la historia pierda un poco su magia. Tomando como ejemplos los pequeños cambios, podemos ver el reemplazo abrupto de Rachelle Lefevre (