Están
lloviendo
estrellas
lloviendo
estrellas
La ola de libros que nacieron
para ser películas nos trae The Fault In Our Stars (Bajo la misma estrella,
2014) la última gran historia de amor entre dos simples y comunes humanos que
están… muriendo «¡La culpa, querido Bruto, no es de
nuestras estrellas, sino de nosotros mismos, que consentimos en ser
inferiores!» Dirige Josh Boone.
Hazel (Shailene Woodley), una
paciente terminal de cáncer, decide asistir a un grupo de ayuda para jóvenes en
su condición. Una vez allí, conoce a Gus (Ansel Elgort) un chico que tras
perder una de sus piernas disminuyó el avance de su enfermedad. Conforme su
relación avanza sus problemas decaen haciendo de sus días un lugar mejor.
Originalmente escrita por el
novelista John Green The Fault In Our Stars vio la luz rodeada de controversia ¿Puede
jugarse con un tema tan delicado como la oncología
infantil/adolescente y salir ileso? Sí, se puede. Y prejuicios de lado
esta película no hace de la enfermedad su tema principal, aquí el cáncer es una
circunstancia dentro de una historia mayor. Y francamente creo que nos
encontramos frente a una de las mejores historias de amor que el cine ve en
mucho tiempo. Una intensa, trágica y real historia de amor.
El film pertenece a la línea de
melodramas juveniles de la nueva (The Perks Of Being A Wallflower, Stephen
Chbosky, 2012 y Never Let Me Go, Mark Romanek, 2010) y no tanto (Restless,
Gust Van Sant, 2011) escuela americana de directores. Boone entrega en su
tercer largometraje una trama narrativamente correcta, inteligente y moral con
un par de escenas muy bien logradas: La charla en los canales de Ámsterdam o el
discurso sobre ‘nuestro pequeño infinito’. Si bien Shailene Woodley brilla con su entrega
al protagónico es Ansel Elgort quien se roba la película con un personaje
bestial.
The Fault In our Stars resulta
ser un drama con todas las letras. Una historia que podría ser cruel pero que
elige no serlo en una realidad irreal. Al menos para dos jóvenes que se aman.
★★★