lunes, 21 de marzo de 2011

Cine: 127 Horas


Cuantas veces en nuestra vida cotidiana, le restamos importancia a lo que nos rodea. Malgastamos el agua, no atendemos una llamada de nuestros padres, pensando que siempre, tendremos tiempo para todo después. El mundo híper globalizado no se detiene un momento para analizar estos pequeños detalles en su apresurado día a día. ¿Y nuestro brazo derecho? ¿Lo valoramos realmente? ¿Pensamos que haríamos si él nos faltara algún día? Probablemente no. El director inglés ganador del premio de la Academia, Danny Boyle, vuelve a la pantalla para conmover a todos con su impactante 127 Hours (127 Horas, 2011), una historia basada en sucesos verídicos que retrata un duelo épico entre la vida y la muerte, donde un hombre librará una batalla única contra la naturaleza, en un ring de escazas proporciones. ¿Armas? Claro, la más poderosa: las ganas de vivir.

James Franco (Spiderman Saga, Pinnaple Express, Milk) es Aron Ralston, un ingeniero mecánico, que suele pasar sus fines de semana escalando la remota región de Canyonlands National Park en Utah, Estados Unidos. Un viernes como cualquier otro, Aron toma un par de objetos, los carga en su mochila y sin avisarle a nadie, emprende un viaje hacia una inexplorada zona llamada ‘Blue John Canyon’. Luego de una tarde agradable de sábado, un tropezón logra que una roca inamovible caiga sobre su brazo derecho, complicando un poco las cosas. La ayuda más cercana se encuentra a kilómetros, sus recursos son solo los que cargo para su fin de semana, ah sí, y no puede ir más allá de donde está parado. Los próximos 5 días de Aron se convierten en una carrera a todo o nada por recuperar su vida, donde el rival más insistente tomará forma en su propia resistencia física y mental.

Basada en las memorias de Aron Ralston ‘Between a Rock and a Hard Place’ (Entre un roca y un lugar difícil) la película de Boyle conforma un tsunami emocional no apta para impresionables. En cuanto a su apreciación a primera vista, generalmente, el público puede actuar sobre ella de manera diametralmente opuesta, es decir, la puede odiar o la puede amar. Es todo un reto que la trama se desarrolle en un solo lugar, solo con un actor en escena la mayor parte del tiempo, donde las únicas salidas son los flashbacks de Aron, profundizando de esta manera, la sensación de claustrofobia y la no alternativa del personaje principal de ser ‘él contra el mundo’.

James Franco viene ascendiendo notablemente en los roles que interpreta, demostrando su visible crecimiento y su consolidación como uno de los mejores actores masculinos de su generación. Franco es un desolado y humano Ralston, combina una montaña rusa de estados de ánimos, que en ciertos momentos logran conmover al espectador. Tanto el filme como él nos atan de principio a fin, reducen nuestra visión a esa maldita roca. Sus pensamientos, sus recuerdos, frustraciones están todos ahí en los 94 minutos de cinta. La ansiada y visceral liberación, construye una escena crudamente gore para el cine tradicional, que debería ser aplaudida de pie por la confluencia de sentimientos excepcionalmente conseguidos.

Danny Boyle es como el vino, con los años mejora. Adjunta 127 Hours a su destacado historial, donde relucen nombres como ‘Trainspotting’(1996) , ‘28 days later’(2002) y la multipremiada ‘Slumdog Millonaire’(2008), títulos que demuestran su versatilidad a la hora de dirigir. La combinación de perspectivas, entre la cámara de Boyle y la cámara de Ralston, focalizan la idea realista de ‘esto ya pasó una vez’ consolidando una película que se mantiene de pie como una increíble historia de vida. Muy destacable la fotografía, los escenarios dignos de postal de las montañas de Utah y la banda de sonido original que musicaliza y acompaña en los momentos clave, a tener en cuenta: ‘Never hear surf música again’, ‘Liberation begins’, la colaboración de Dido en ‘If a rise’ y un bonus track que no está incluida en el disco, pero que forma parte del trailer oficial y deberían buscar, ‘The Funeral’ de Band of The Horses, una de las canciones más hermosas que quién les escribe ha escuchado.


Mientras Franco habla consigo mismo en aquel solitario y estrecho cañon de Utah, pidiéndose a sí mismo no bajar los brazos (cuak!), el mensaje del largometraje de Boyle emerge y golpea de lleno: ‘No hay fuerza más poderosa en la tierra que las ganas de vivir’.


El Trailer




Half.Conexión

Otras películas de supervivencia extrema solitaria: Alive (Viven, 1993), Cast Away (Náufrago, 2000) , Buried (Enterrado, 2010).