domingo, 29 de mayo de 2011

Cine: Nowhere Boy


Menuda tarea se cargo en los hombros Sam Taylor-Wood. Darle vida, en términos visuales, a la génesis de la banda más influyente, y quizá, más importante de la historia de la música. Aunque claro, en Nowhere Boy (de 2009 sin fecha de estreno aún en Latinoamérica) no se habla de The Beatles, se va un poco más atrás. Porque todo lo que John Lennon de chico necesitaba era amor. De la necesidad al hecho, hay un largo tramo, dicen…



Basada en la biografía ‘Imagine This’ (Imagina esto) escrita por la media hermana de Lennon, Julia Baird, la película nos presenta a un John Lennon (Aaron Johnson) adolescente, golpeado por sus pocos años de vida y nómade sentimentalmente, abrumado por un fuerte desarraigo constante que se sustenta con el descubrimiento de una nueva pasión, ¿Qué cual será? ¿Cuál será?, si, la música. Como barrilete entre su sobreprotectora tía Mimi (Kristin Scott Thomas) y su inestable y depresiva madre biológica, Julia (Anne-Marie Duff), asistiremos a los años donde Lennon conoce a Paul Mccartney y George Harrison, la formación de su primera banda ‘The Quarrymen’ y la era donde John era, principalmente, un rebelde con causa.


Ya lo he dicho en la reseña de Chatroom, lo sostengo cada vez que hablo de Skins, y es que la estética inglesa me puede. Son correctos y puntuales como a la hora de tomar el té, conformando una historia que sucede entre tardes de barrio inglés, autobuses de doble piso, punteos de guitarra y ese acento tan característico. La historia es directa, como dije, el propósito no es hablar de The Beatles (de hecho ni siquiera se nombra a la banda en la hora y media de cinta) sino comprender porque existió en Lennon esa necesidad de dar amor a través de su música. Y la respuesta es simple, porque nunca lo tuvo. Fue un ‘Nowhere Boy’ (chico de ningún lado).


Las interpretaciones están fantásticas. En especial las tres principales. Aaron Johnson sí que tiene potencial, y se encarga de demostrarlo en cada proyecto en el que participa. Las mujeres, Kristin Scott Thomas y Anne-Marie Duff, componen personajes opuestos que complementan, y representan las soluciones y los problemas de John. La directora, Sam Taylor-Wood, declaró no ser fan de The Beatles, pero que sí, como la gran mayoría, odiaba a Yoko. Quizá en esa frase pueda verse porque, en la vida del gran músico inglés, las mujeres siempre marcaron la diferencia.


Movie Trailer


[Conexión Maquinaria]

Otras películas sobre The Beatles o alguno de sus integrantes

Chapter 27 (Capitulo 27, 2007) de J.P Schaefer

Across the Universe (2007) de Julie Taymor

martes, 24 de mayo de 2011

1 año sin Lost


Aniversario del episodio final de la serie más importante de
la década pasada y de lo que va del siglo.


Vivimos su legado. Porque solo una fanático comprende.
Sintió, siente y sentirá esa pasión casi irracional.


Damas, Caballeros yo no me olvido de Lost
¿Y ustedes?









sábado, 21 de mayo de 2011

Cine: Scream 4


Once años después de su última entrega, Scream 3 (Wes Craven, 2000) la saga que revolucionó el cine de terror de los noventa, y estremeció a toda una generación, está de vuelta para empezar una nueva partida, con los mismos de siempre y algunos rostros juveniles de la época SCRE4M (2011) vuelve pare preguntar una vez más ¿Cuál es tu película de terror favorita?



Aceptémoslo. Sidney Prescott (Neve Campbell) nunca tendrá una vida normal. Año tras año, aniversario tras aniversario de los crímenes de Woodsboro, un desquiciado psicópata (o más de uno/as) revivirá la leyenda de Ghostface. Y si, el premio mayor es cargarse a la involteable (en términos de muerte, claro está) Sidney. En esta cuarta parte de la saga, el grupete vuelve a unirse en la ciudad en torno a la presentación de un libro de nuestra heroína sobre su turbulenta vida, y es así como Gale (Courtney Cox) y Dewey (David Arquette) aparecen en escena también. Todo empeorará cuando un nuevo asesino comience a pasearse por las casas, clavando cuchillo por cuanto torso se cruce.

SCRE4M es de esas películas que un fanático del cine ve, solo por el hecho de asistir a la continuación de un clásico, ateniéndose de antemano a una terrible decepción. Lo de ‘Nueva década, nuevas reglas’ es puro chamuyo porque la formula es exactamente la misma que los tres filmes predecesores, los mismos clichés, las mismas victimas, el mismo orden de sucesos. La película no aporta nada nuevo a la franquicia, solo la revitaliza con apariciones de estrellas juveniles de la televisión de hoy como Anna Paquin, Hayden Panettiere y Adam Broody. Una matanza indiscriminada, que disminuye la tensión constantemente, delineando el previsible final donde el asesino siempre es quién menos lo aparentaba.



He de suponer, que un hombre de la trayectoria de Wes Craven, creador de innumerables hits del terror mundial como The Last House on the left (La ultima casa a la izquiera, 1979), Pesadilla en Elm Street (1987) entre muchas otras, hace este tipo de películas para complacer a los fans, reviviendo una saga que ya no tiene más para dar, pero que sigue exprimiendo, cayendo en una trama pobre sustentada por baldazos de sangre. La única sensación que me quedó después de ver SCRE4M fue de nostalgia ante las viejas películas que supieron asustarme de chico, y un poco de incertidumbre al caminar por la calle, pensando, que tal vez algún loco saltase de algún rincón oscuro a clavarme un cuchillo, pero luego pensé, nah eso solo le pasa a Neve Campbell y tal a vez, a Mónica de Friends.


Trailer


[Conexión Maquinaria]

Otras películas donde un asesino voltee personas a cuchillo limpio

Friday 13 th Saga (Viernes 13, 1980 a 2009) directores varios

Scream Saga (1996, 1997 y 2000) de Wes Craven

I know what you did the last summer Saga (Sé lo que hicieron el verano pasado, 1997 y 1998) de Jime Gillespi y Danny Cannon


domingo, 15 de mayo de 2011

Cine: Los Ojos de Julia


Ojos que no ven, corazón que no siente. Sí, que no siente, te quiero ver. Descartando sentidos el director Guillem Morales le tapa los ojos a Belén Rueda y la larga sola, bajo el más profundo sentimiento de desprotección a luchar contra un asesino y a resolver el crimen de su hermana gemela en Los Ojos de Julia (2011). Un prende y apaga la luz que sigue confirmando el innegable talento de los españoles en el terreno del suspenso.



Sara y Julia (Belén Rueda, morena y rubia respectivamente) comparten una extraña enfermedad que progresivamente les va quitando la visión. Tras unos extraños sucesos, Sara se quita la vida ante una ceguera irreparable la cual no era capaz de soportar. Julia, avalada por su conexión innata de gemela, presiente que todo va más allá de un simple suicidio y emprende una búsqueda en la que siguiendo los pasos de su hermana, y bajo una ceguera en aumento, hallará la verdad arriesgando su propia vida en las más oscuras circunstancias.

Las co-producciones Hispano Españolas nos han dado grandes películas esta última década. El laberinto del Fauno (Gullermo del Toro,2006), El Orfanato (Juan Anotonio Bayona, 2007), [Rec] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) solo por nombrar algunas. Dichos grandiosos trabajos han cargado de expectativas las películas venideras, como es el caso de Los Ojos de Julia, por ende las críticas han sido ajustadísimas. Por mi parte, debo decir que estamos ante un film extraordinario. Guillem Morales es un buen graduado del cine de suspenso español que crea una obra que mantiene al espectador intrigado hasta el último minuto. Las idas y venidas de Julia son una constante sensación de incertidumbre que cautivan y entretienen, y logran algo difícil en las películas contemporáneas del género (en especial las made in Hollywood): ¡Asustan!



La idea de la ceguera es simplemente genial. ¿Quién de chico no ha corrido al pasar por una zona oscura? La perdida de la vista desarma completamente a nuestra heroína, Belén Rueda (Quién perfila como un icono del cine de terror), posándola en un estado de indefensión superior. Morales emplea un recurso más que interesante, mientras ella pierde la visión, el espectador ve menos también y es por eso que los personajes secundarios son siluetas, rostros oscuros o torsos donde la cámara no logra ver más allá del cuello. Escenas como en las que Julia se quita las bendas y pretende no ver o el enfrentamiento final con el asesino, entre los rasgados flashes de la cámara antigua, demuestran la intención bien lograda del director de exprimir satisfactoriamente la metáfora del juego del gato y el ratón, dando como resultado secuencias memorables.

Los Ojos de Julia es un buen aporte al género que cumple con su cometido, entretiene y atrapa haciendo que la historia vuele. Si bien peca de previsible llegando al desenlace, su principal virtud radica en llevar el miedo a un nivel diferente, un nivel donde uno no ve a lo que se enfrenta. Ojos que no ven, corazón que late bien fuerte. He dicho.


Trailer



[Conexión Maquinaria]
Otras películas donde el protagonista enfrenta el mal en la oscuridad

The Descent (El descenso,2005) de Neil Marshall

[REC] (2007) de Jaume Balagueró y Paco Plaza

Blindness (Ceguera, 2008) de Fernando Meirelles

viernes, 13 de mayo de 2011

Cine: Yo maté a mi madre


No soy seguidor del rock argentino, ni mucho menos de Pappo, pero me parece necesario comenzar esta reseña parafraseando una de las letras de Norberto Anibal Napolitano. ‘Que nadie se atreva a tocar a mi vieja, porque mi vieja es lo más grande que hay’. A diferencia del 99% de la población mundial, Xavier Dolan, retomaría esta canción y la modificaría diciendo algo como ‘A mi vieja déjenla, que me la cargo yo’ y es que en J'ai tué ma mère (Yo maté a mi madre, 2009) opera prima que dirigió, escribió y protagonizó con tan solo 19 años, hay mucho de eso. Una relación turbulenta entre madre e hijo que toma el complejo de Edipo y los despedaza sutilmente.

Hubert (Xavier Dolan) es hijo de un matrimonio fallido como muchos. Desde la separación de sus padres vive con su madre (Anne Dorval) manteniendo con ella una relación que como un espiral hacia abajo, empeora día a día. Con diferentes problemas adolescentes comunes, como la búsqueda de la independencia, y otros más complicados, como la homosexualidad encubierta a medias, todos los caminos de Hubert vuelven a su madre. El dilema principal, no es el odio, ni la muerte de ella (porque solo la mata ficcionalmente, no de manera literal) sino es la impotencia por no saber quererla.



Son variadas las temáticas que nos presenta este joven canadiense en su debut cinematográfico. Ante todo, nos presenta a la figura de la madre como un ser no querido, no como un simple capricho juvenil, sino como una carga emocional pesada y negativa. Originalidad que también trasciende la temática gay, presentando una relación despojada de estereotipos (aspecto que me recordó mucho al abordaje de la serie Skins) y desprejuiciada. A su vez, las interpretaciones secundarias están impecables, Anne Dorval juega a ser una madre que despierta odio y compasión, mientras que Francois Arnaud hace lo suyo como el papel de novio.

La película, con rasgos muy indies, no es ambiciosa en cuanto su premisa, habla la hora y media de duración de su madre, de cuanto la detesta. La estructura narrativa es lineal, con un mechado de secuencias en blanco y negro bastante autobiográficas (porque el guión lo es) y una notable creatividad de la mano de Dolan, quien a través de diversos planos (excelente manejo del plano detalle para pasar de una escena a otra), musicalización que incluye Crystal Castles, y su buena interpretación actoral, abre el fuego como integrante de una nueva camada de directores jóvenes y contemporáneos, de esos a todo terreno.



Con tres premios en el festival de Cannes y ovaciones varias, J'ai tué ma mère se convierte en una película pequeña, diferente y de culto para los nuevos realizadores del cine. Yo no sé ustedes, pero yo quiero ver más de director, y lo haré.


Trailer



[Conexión Maquinaria]

Otras películas donde las madres sean un fastidio

Carrie (1976) de Brian de Palma

The virgin suicides (Las virgenes sucidas, 1999) de Sofia Coppola

Black Swan (El cisne negro, 2011) de Darren Aronofsky


martes, 10 de mayo de 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

¡Mi blog cumple dos años de existencia!





Así es. Estamos de festejo. La noche otoñal del 9 de Mayo de 2009, dos años atrás, inauguraba este espacio virtual prometiéndome nunca dejarlo y aquí estoy. Muchas cosas han pasado estos dos años, mucho de que hablar, de que reflexionar. A veces con más seguidores, otras tantas no.

He cambiado de formato, de colores, de banners, de nombre, pero nunca de propósito. Desde esa primera entrada sobre Esperando la carroza el camino ha sido largo y variado. Hemos vivido películas de Harry Potter, el final de Lost, temporadas de Skins, la evolución de [REC] y la involución de Crepúsculo, hemos salido de gira con Crystal Castles, y desparramado sangre con la gente de True Blood. Cine a montones, películas extraordinarias, otras olvidables. Momentos históricos del séptimo arte.

Y lo más importante, les he enseñado un poco de mi. Todo, desde el día 1 se ha tratado de mi. Lo que soy, lo que me gusta, lo que me fanatiza. Una manera de expresar al mundo lo que siento, cuando quiero y como quiero, sabiendo que hay por ahí algún otro loco como yo o un lector ocasional, o los amigos que lo leen a uno, que nunca fallan.


A todos y cada uno de los que me han leído alguna vez.

¡GRACIAS!


"No tenia nada que decir. El mundo de mis emociones era pequeño. Allí radicaba la verdad.
Mi espíritu no se relacionaba con los intereses y problemas de la humanidad.
Ni con la vida de los hombres que me rodeaban.
Sino con algunas ambiciones personales, carentes de valor"
(Escritor frustrado, Roberto Alrt)


Para todos los que escribimos, mejor o peor, pero que no somos como el personaje de Arlt.
Porque a diferencia de él, si tenemos de que escribir, y por eso lo seguiremos haciendo.

¡Larga vida a La Maquinaria Nocturna!

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cine: The Roommate

Intercambiemos números de celular. Cuentas de Facebook. Correos electrónicos. Prestémonos ropa. Estudiemos juntas. Salgamos juntas. Riamos juntas. Lloremos juntas. Sé parte de mi vida. Compartamos cuarto. ¡Seamos mejores amigas! Ay ay ay, la convivencia es complicada. Recorta gastos pero destruye relaciones. Digámosle adiós a nuestra vida individual, al menos adiós a la privacidad de nuestra habitación. Y es que lo que pintaba como perfecto termina siendo una pesadilla en The Roommate (2011), de Christian E Christiansen, una película de suspenso que nos dice que las chicas enojadas pueden ser peligrosas. Y nada de cachetazos flojitos, acá va en serio. Antes de buscarme una Blair Waldorf de compañerita de cuarto, ahora me lo pensaría dos veces… ¿Y usted?.

La trama es básica. Dos chicas llegan a la Universidad, designadas a un cuarto a compartir. Sara (Minka Kelly, Autumn en 500 days of summer!) la pobre inocentona, linda y acechada por su ex novio, dispuesta a triunfar en la moda (¿?). Rebecca (Leighton Meester, Blair en Gossip Girl) una niña rica incomprendida, sin amigas, un tanto timida. La cuestión es que lo que Rebecca tenía de calladita, se va destapando hasta descubrir que en realidad es una psicópata que quiere ser la única y mejor amiga de Sara, o peor, ser Sara. Otros personajes van apareciendo en escena, sin embargo, toda la película es un cirulo vicioso construido en base a la relación enfermiza de ellas dos.

En The Rommate no hay nada nuevo bajo el sol. Resulta una película intrascendente, cuyo mayor atractivo es Leighton Meester (Si, la vi por ella más que por otra cosa) en un papel de mala. A pesar de tal lapidario comentario debo decir que Christiansen hace honor a la vieja escuela del cine de suspenso con un buen uso secuencial centrado en la visión del acechador (¿Una especie de tributo a la saga Scream que estrena su cuarta parte esta semana tal vez?). La idea general siempre garpa, un personaje que finge ser una mosca muerta y termina siendo una desequilibrada mental, al mejor estilo lobo con piel de corderito, es interesante de ver. En especial la parte de la revelación de esa verdadera identidad. Climax totalmente desaprovechado en esta ocasión, donde dicho momento pasa sin pena ni gloria, desatando la hecatombe (esa palabra jaja!) un rato después, pelea que si se ve bien lograda y feroz.

También hay que tener en cuenta que esta es la segunda película de Christiansen, que para su poca filmografía nos presenta una película floja, pero no desastrosa. En fin, para los caballeros Meester he dicho, para las damas Cam Gigandet (James en Twilight), hay para elegir. Y ahora si nena, no te vayas a dormir a la casa de cualquiera, después no quiero quejas.



[Conexión Maquinaria] Otras películas donde personajes inocentes resulten tremendos psicópatas.

Misery (1990) de Rob Reiner

The Good Son (El ángel malvado, 1993) de Joseph Ruben

The Orphan (La huerfana, 2009) de Jaume Collet-Serra