viernes, 8 de marzo de 2013

Reviews: Oz The Great And Powerful (Oz El Poderoso, 2013)





Poderoso 
el chiquitín



El director tras el primer gran blockbuster de super héroes, Sam Raimi, cambia las frenéticas calles de New York por un mundo de ensueños, James Franco y tres brujas que de feas no tienen ni un pelo en 'Oz The Great And Powerful' (Oz El Poderoso, 2013) la precuela del clásico 'Wizard Of Oz' (El Mago de Oz, 1939) que inmortalizó el nombre Dorothy.






Oscar Diggs (James Franco) un ilusionista de feria, chamuyero como ya no quedan, se ve envuelto en una profecía que lo nombra como el hombre salvador de una tierra mítica y oculta llamada Oz. Lo que avanza como una mentira ventajera pero piadosa, culmina en un enfrentamiento con una (o dos) bruja malvada (Rachel Weisz/Mila Kunis) para restablecer la paz que la tierra fantástica y multicolor supo tener alguna vez. Así es que la bruja blanca (Michelle Williams), un mono parlanchín y una niña de porcelana ayudan al mago a montar su último gran truco.







La ley del mundo circense establece que solo hay dos tipos de personas en este mundo: las que entretienen y las que observan. Oz El Poderoso se aferra a esta premisa como un verdadero montaje del entretenimiento en la era de las paredes verdes, el 3D y los mundos paralelos. La cinta de Raimi deja ver un sincero homenaje a ese mundo de fantasía en que Judy Garland se perdió, creció y soñó pero también la posibilidad de cambiar para mejor en un mundo nuevo. Y ese es el fin del Mago, andar un camino a la redención, un intercambio entre la grandeza y la bondad, siendo esta última una inexorable consecuencia de la primera.

Si bien Oz podría dar un master en efectos visuales y en fotografía, su talón de Aquiles es el guión, subestimado ante el impacto visual, algo que Disney ya ha hecho en el pasado con Alice in Wonderland (Alicia en el país de la maravilla, 2010) de Tim Burton. James Franco por su parte da prueba, una vez más, de su versatilidad y carisma cautivante. Gran acierto. Habiendo dicho eso, vuelvo a rescatar la reminiscencia latente al género fantástico clásico y una invitación a pasear por un mundo onírico, de esos que solo el cine y nuestra interminable imaginación nos pueden dar.