domingo, 30 de mayo de 2010

Series: Aloha to Lost


Mi adiós a Lost


Observo nuevamente la secuencia final de Lost y no puedo evitar, al mejor estilo de la serie, volver en el tiempo. Y es que la cámara lenta simplemente me puede, creo que acompañada de una buena banda de sonido puede ser devastadora, y ni te cuento si esos momentos son las últimas miradas de esos personajes que acompañaste y que te acompañaron. No quiero sonar trágico, pero el adjetivo agridulce le cabe perfecto, claro está, dulce por que es la culminación de un ciclo, de una historia, de un viaje y amargo porque a medida que los minutos van pasando, comenzas a extrañar, a sentir nostalgia, sabés que no va a haber más, que el tiempo se detiene ahí. Pero al mismo tiempo pensas que es hora de dejarla ir y de recordarla con la grandeza que se merece. Porque si Lost fue algo, eso es grande, universal.


Lost será recordada como la serie más importante de la década y como una de las maravillas audiovisuales del sigo XXI. Su astucia narrativa no te deja dar nada por sentado, te toma de los brazos y te revolea por distintas capas temporales. Los Flashbacks, los Flasforwards y los Flash-Sideways juegan con nuestra capacidad de entendimiento y con la teoría de los seis grados entrelazando una cadena de conocidos que nos dice que la vida es un pañuelo.

Su gran aliado fue Internet, quien la convirtió en un fenómeno masivo donde se debatió arduamente los lineamientos de los caminos trazados por los genios de Damon Lindelof y Carlton Cuse, autores de la serie. Cada final de episodio cerraba con un gigante “LOST” y un sonido en seco, dejando miles de incógnitas, algunas de ellas no resueltas al finalizar su última temporada, que tenían esa habilidad de dejarte pensando. Con ganas de saber más, de ver más. Porque Lost es televisión desafiante, cómplice y sobre todo inteligente.


Volviendo sobre la escena final, Jack (Mathew Fox) entra a la iglesia, su rostro todavía no comprende, pero allí están todos, o casi todos. Locke (Terry O’Quinn), quien supo ser su fiel antitesis, lo recibe con un “Te estuvimos esperando” quebrando toda dicotomía hombre de ciencia/hombre de fe porque básicamente Jack había comenzado a creer, nunca llegó a decírselo, pero fue así. Los personajes se abrazan, se reconocen, sonríen. Jack desde el paisaje verde casi tropical que lo vio despertar hace ya seis años, deshace su camino malherido, con los ojos perdidos, yendo y viniendo con su mente de aquella realidad atemporal en la que él y sus náufragos, decidieron pautar como punto de encuentro después de la vida… “But Kate, she said that we were leaving” su padre lo mira y le contesta, “Not leaving, Moving on”.


Avanzar, esa es la palabra, final de partida para la isla. Todo el tiempo fue una prueba, nuestros náufragos ya estaban perdidos antes de subirse al Oceanic 815, su rumbo se opacó en tierra firme, y la isla fue su oportunidad de redención. ¿Cuánto se puede aprender de ellos? La valentía de Jack, la fé de Locke, la espontaneidad de Hurley (Jorge García), la habilidad para huir de Kate (Evangeline Lilly), la calle de Sawyer (Josh Holloway), el arrepentimiento de Sayid (Naveen Andrews), el talento de Charlie (Dominic Monaghan), la búsqueda de vida constante de Juliet (Elizabeth Mitchell), la decisión de ser madre de Claire (Emile de Ravin) y Rousseau (Mira Furlan), el amor inagotable de Sun (YunJin Kim) y Jin (Daniel Dae Kim), la inteligencia de Ben (Michael Emerson), la eternidad de Richard (Nestor Carbonell) , y dale que va. Porque Lost superó a la típica historia del avión que se cayó, Lost habla de humanidad, de historias que atraviesan el tiempo y lo desdoblan a su anotojo, de sobrevivir, pero no al monstruo de humo ni a John Locke con su mejor cara de determinación, sobrevivir a la vida con sus obstáculos y sus atajos.


Y el ojo de Jack se cierra lentamente. La puerta de la iglesia se abre derrochando luz. Otra situación contrapuesta que nos dice “Aquí termina, pero también comienza”. Hasta aquí el viaje, ahora comienza el legado de Lost. Yo les digo “Hasta siempre, fue un placer viajar con ustedes”.



lunes, 3 de mayo de 2010

Notición: [REC] regresa con dos nuevas secuelas.


¡Tenemos [REC] para rato!

La noticia me ha tomado desprevenido, pero por suerte, es una de las buenas. Los estudios de cine español Filmax confirmaron la inminente realización, no de una, sino de DOS secuelas de la Saga de Jaume Balagaueró y Paco Plaza [REC].

Esta vez los directores se dividiran el trabajo y crearan por separado: Plaza estará a cargo de [REC] Génesis (para 2011), secuela que narra los inicios de la infección y todo lo anterior a lo acontecido en la primera parte. Balagueró, por su parte, se alzará con [REC] Apocalipsis (para 2012) continuación directa de [REC] 2 que tendrá como centro la expansión de la infección, narrando el desenlace de la saga.

No hay mucha más información que esta hasta el momento, es información fresquita fresquita. Si se sabe que los directores estarán tras la realización del guión con la colaboracion de Luis Berdejo, y que las peliculas se exhibiran en el festival de cine de Cannes.

No caben dudas que [REC] se ha convertido en un culto para los fánaticos del cine de terror, por lo que la realización de estas continuaciones era de esperarse. Ya pasaron casi 4 años de aquella noche en que Ángela Vidal y su camarografo entraron a aquel edificio madrileño, para nunca salir... la cartas están sobre la mesa, ¡Pulsen REC y a filmar muchachos!