lunes, 28 de noviembre de 2011

Tevé: American Horror Story



Todos tus muertos






El miedo es un sentimiento fuerte y con muchas escalas según la intensidad con la que su víctima lo perciba y lo controle, una batalla histórica entre lo real y lo imaginario. Quizá la gran virtud del miedo es su universalidad, ya que todos lo hemos sentido alguna vez, siendo así un campo fácil de identificación. La televisión contemporánea, ni lenta ni perezosa, nos trae American Horror Story. Una familia (la antítesis Ingalls), una casa y sus residentes. Las mentes brillantes detrás de Nip/Tuck y Glee, Ryan Murphy y Brad Falchuk, pintan de rojo sangre la vieja metáfora de Cortázar y dicen ‘Casa tomada’: sálvese quien pueda.  


No son días felices para los Harmon. La pérdida prematura de un bebé y una infidelidad captada en el acto desafían la continuidad del matrimonio de Ben (Dylan McDermott) y Vivien (Connie Britton) quienes arrastran a su única hija, Violet (Taissa Farmigga), de Boston a Los Ángeles con la esperanza de poder decir ‘Casa nueva, vida nueva’. Lamentablemente las cosas nos resultan tan fáciles, su nuevo hogar, una extraña y hermosa mansión ha sido testigo de atroces asesinatos a lo largo de los años. Los Harmon se convierten en fichas, pues la (¿dulce?) morada ha empezado a jugar con ellos, y solo los más fuertes podrán resistir el acecho de las paredes, los pasillos y los visitantes que pondrán la casa patas para arriba.


La serie toma (y utiliza bien) la estructura puzzle que hizo inolvidable a Lost, es decir, un recurrente viaje en el tiempo en (hasta ahora) tres etapas 1920, 1994 y el presente. Aunque los personajes que alberga la historia resultan fascinantes, la protagonista indiscutible es la casa: Antro contrapuesto de vida (Embarazo) y muerte (La casa de los asesinatos). Completan el cast la dama de Hollywood, Jessica Lange como Constance, un psicótico e impecable Evan Peters en el rol de Tate y un dúo de coloradas, Frances Conroy y Alexandra Breckenridge, como la ama de llaves Moira. Es interesante destacar que cada personaje del grupo familiar (Ben, Vivien y Violet) acarrea su par de visitantes a cuestas, historias entrelazadas que encuentran un punto común en la casa, ya sea pasado o presente.



Sinceramente, estoy sorprendido. Aplaudo de pie a American Horror Story que ha sabido trasladar un género tan exclusivo del cine como el Suspenso/Horror a la tevé, y no solo eso, la sutileza de ese traspaso ha dado resultados impresionantes. Si bien existen antecedentes, Tales from the Crypt (Cuentos de la cripta, 1989-1996), Are you afraid to the dark? (¿Le temes a la oscuridad? 1990-2000), o quizá una más cercana en el tiempo pero más alejada temáticamente, The Walking Dead (2010), la creación de Murphy y Falchuk destaca por ser una producción destinada al público adulto, no una ficción cercana al terror bizarro dingo del viejo Cine Z, sino una historia que más allá de la impecable fotografía se mueve pretensiosa con ganas de dejar un precedente firme que el género no experimentaba desde el misterio estremecedor de The X-Files (Los expedientes secretos X 1993-2002), serie culto de los años 90.

American Horror Story trae aires nuevos de suspenso y pánico a la pantalla chica. Un trama compleja, por momentos confusa, pero adictiva la convierten en una de las mejores propuestas de esta temporada. Ultra recomendable.